Foro por la Memoria Zamora

viernes, 20 de octubre de 2017

SEBASTIANA TOBAL ANTÓN 
(CASASECA DE LAS CHANAS, 1895-ZAMORA, 1936)



Nacida en Casaseca de las Chanas, cursó estudios de magisterio, aunque no ejerció la docencia. Se casó con Narciso Silva Antón, sastre dos años mayor que ella y el matrimonio se instaló en la calle de Quebrantahuesos. Cerca de allí, en la plaza de Zorrilla, Narciso tenía su sastrería, que posteriormente se trasladó a la calle de San Torcuato. Al constituirse la Sociedad de Maestros Sastres La Confianza, vinculada a la Federación de Sociedades Obreras, Narciso fue elegido vocal.

Integrada en la agrupación local del Partido Republicano Radical de Zamora, presidida por Emilio Corti, tras la escisión de los radicales en 1932, Sebastiana ingresó en el Partido Republicano Radical Socialista, cuya agrupación local presidía Higinio Merino. Entre los 109 afiliados que el partido tenía en la ciudad a comienzos de 1934 no había más mujeres que Juliana Villaseco, María F. Pérez García, Trinidad Montero y la propia Sebastiana Tobal.




Durante su época de militancia radical-socialista Sebastiana, la conciencia de las dificultades que el programa reformista republicano encontraba en una sociedad tradicional como la de Zamora la llevó a expresar sus ideas en la prensa, a través del diario republicano La Mañana. Aunque es posible que esta colaboración se iniciara bajo seudónimo, su firma apareció por primera vez al denunciar las agresiones derechistas durante la campaña electoral de las municipales parciales de abril de 1933, y en concreto el asalto sufrido por la Casa del Pueblo de Casaseca de las Chanas –de la que formaba parte su hermano menor, Wenceslao Tobal- durante un mitin socialista. Una vez celebradas las elecciones, Sebastiana publicó el 29 de abril un artículo en el que señalaba a Francisco Avedillo, empleado de la Diputación al que señalaba como cacique local e inductor de un violento núcleo derechista que, con el tiempo, se llegaría a articular en torno al grupo falangista dirigido por Francisco Maíllo Cuesta. En el mismo medio, el 18 de mayo publicó un artículo titulado “Viva la República”, en el que acusaba a los patronos locales de comprar votos para la derecha bajo el amparo de la caridad cristiana. Sus colaboraciones con La Mañana –diario que dejó de publicarse poco después- finalizaron el 7 de julio con una columna en la que denunciaba la hipocresía moral de la derecha católica.



Aunque no hemos encontrado indicios de la continuidad de la presencia pública de Sebastiana Tobal, es evidente que no sólo había adquirido notoriedad sino que se había ganado enemigos peligrosos. En cuanto a Narciso Silva, su pertenencia a la junta directiva de una organización sindical lo situaba en la larga lista negra de posibles objetivos de la represión



Tras el golpe de estado de 1936, la represión se abatió sobre Casaseca de las Chanas, y el 20 de agosto se produjo la matanza de cuatro vecinos del pueblo –Baltasar Villaseco de Asís, Victoriano Fernández Calvo, Joaquín Morales Pérez y Pedro Pérez Ufano-, a los que seguirían Gregorio García Maíllo y Salvador Benito García el 21 de octubre.


Aunque en el mes de agosto Narciso Silva se doblegó ante la extorsión de los golpistas entregando dinero en la “suscripción nacional para el Tesoro Público”, en un intento por salvar a su familia, no sirvió de nada y el 20 de octubre fue asesinada Sebastiana Tobal, junto a dos vecinos de Coreses, dos de Sanzoles y uno de Moraleja del Vino. El 29 de octubre, a la edad de 36 años, fue asesinado Wenceslao Tobal, junto a diez vecinos de El Perdigón y uno de Zamora. Finalmente, y con el habitual pretexto del traslado a Bermillo de Sayago, Narciso fue asesinado el 4 de noviembre, junto a ocho vecinos de Cañizo.

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